martes

las cuerdas de una guitarra desafinada susurran melodías insonoras, cuando las puertas de mi casa están abiertas de par en par para que nadie entre y la mesa del salón llena de papeles y de cervezas granizadas sacadas hace 5 minutos del congelador.
quizá no me siento como quisiera, ni donde quisiera.
que mi boca fría respire sin hacerme daño en los pulmones ya es una utopía.
caliéntame.
ésta noche llega el frío siberiano,
no lo oyes conspirar para que vengas?

4 comentarios:

  1. <3 Ya te lo he dicho muchas veces, nadie enlaza palabras como tú! Me chifle, unbeso!

    ResponderEliminar
  2. "no lo oyes conspirar para que vengas?", bueno no lo pudiste terminar mejor, bonita entrada.

    ResponderEliminar
  3. buena entrada.
    te espero. http://livetoforget.blogspot.com/

    ResponderEliminar